Ahora sí que sí, después del puente de la Constitución y la Inmaculada, ya se puede decir que la Navidad ha llamado a la puerta. Y es que hay una tradición muy arraigada en muchas familias por estas fechas: colocar los adornos de navidad tales como el árbol, el portal de belén, la decoración típica o incluso llenar las despensas de productos ricos en calorías que hacen las delicias de cualquiera.
Pues sí la Navidad ya ha llegado y en nuestra ciudad, este año, sí que se ha hecho notar. Luces por doquier. Creo que es la decoración navideña más fastuosa que hemos tenido desde años. No me puedo imaginar glorieta alguna sin detalle. Por ejemplo en la parte norte de la ciudad las ‘rotondas’ saludan al tráfico hasta con carrozas tipo cenicienta tiradas por un bello corcel que por la noche emerge de entre el gélido otoño invernal. Cada distrito saluda al vecino con un Feliz Navidad a la entrada del mismo. Bueno todo ello me parece muy bien. Por lo menos se puede visitar una ciudad que disfraza su alegría con luces, porque, de momento, estamos en el inicio de una festividad que ojalá traiga buenos rendimientos para la ciudad, en sentido turístico.
En ese sentido también hay que ver esta época final del año. Me parece muy buena idea la ruta de belenes que se puede hacer por Marbella. Sí, además de fomentar este tipo de turismo (porque es verdad que hay un turismo de belenes o navideño, más propio y arraigado en ciudades europeas) puede convertirse en un reclamo perfecto para mostrar al público los productos, la creatividad y el arte y buen hacer de las gentes de esta localidad costasoleña que quiere despedir este 2013 con sus mejores galas. Ah y no nos olvidemos de los pascueros que hay que regalarlos. Una buena iniciativa es la de Aspandem que vende esta típica planta en varios colores, tradicionalmente el rojo, aunque ahora hay una gama que quita el hipo. Por favor regalad, que a la vez que se da un color a la navidad se da una alegría a los miembros de esta asociación.
Yo desde aquí animo a todos a disfrutar de una navidad diferente en Marbella. Cada año hay más iniciativas y el programa de actividades sigue creciendo, sobre todo, para los más pequeños. Y es que es en esa edad cuando más se disfruta. Luego muchos dirán que no hay nada que hacer en la ciudad. Pero creo que lo mejor es salir a la calle, patear cada rincón y contagiarse del espíritu de una ciudad que late. Y si no te gusta la navidad no dejes que el aburrimiento se apodere de la magia de vivir en una ciudad que se adapta a cada época del año, sobre todo, su clima siempre te invitará a hacer algo diferente sea bajo un manto de villancicos o una montaña de mantecados en forma de ángel cantor. No dudes que la magia existe hasta para el más excéptico.
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