¡Al agua patos!

Ya el sol ha hecho su presencia, creo, para quedarse con nosotros toda una temporada, la más importante para la ciudad. Es tiempo de iniciarnos, para los que no lo hayan hecho ya, en el 'piscineo' o en el ‘playeo’. El otro día me encontré con una amiga y, charlando, me comentó que tiene mucha pena porque cuando va a la playa o a la piscina sólo se moja los pies o llega hasta donde no le cubre. Eso me dio qué pensar porque realmente en Marbella tenemos piscina municipal para aprender, reglamentaria o no esa es otra cuestión, pero la tenemos, aunque lejos por ejemplo de mi barrio, Miraflores. Uno de las zonas de Marbella más pobladas.

Paseando por mi barrio recapitulaba mi infancia y pensaba que casi todos los niños y niñas del barrio Pilar-Miraflores hemos aprendido a nadar en el albergue África. Nos daban los títulos de boquerón, sardina, delfín o tiburón. Realmente era una fiesta ir a aprender, vaya los que no tenían miedo al agua, porque después de la clase de por la mañana cogíamos bocata, refresco y algunas patatillas para pasar toda una jornada playera en la bajadilla o la Venús. Podíamos gozar de nuestro verano sin miedo a que nos hicieran ahogadillas.

Pero paseando por mi distrito me di cuenta que ahora todos los mayores de mi zona, las mujeres que quieren hacer aquagym, las embarazadas que quieren realizar un deporte para mejorar en su estado o los niños y niñas que quieran ser el terror de las piscinas y de la playa tienen que ir a la piscina municipal Salduba en la avenida general López Domínguez o a San Pedro. No lo veo mal pero recordé que lleva varios años una instalación junto a los juzgados de Marbella, en pleno barrio de Miraflores, que ya se ha convertido en un monumento sin concluir que ya forma parte del paisaje y puede simbolizar la falta de inversión en infraestructuras deportivas, la despreocupación por parte de la clase política o porque es como un caramelo a la puerta de un colegio y nunca mejor dicho.

Después de conocer en nuestro Marbella24horas que la piscina podría abrirse para el año que viene antes de las elecciones municipales, según ha anunciado la alcaldesa, la respuesta ya ha venido a mi cabeza. Todo es cuestión de politiqueo como siempre. No me creo que este espacio del que podríamos estar beneficiándonos desde hace muchos años se vaya a culminar. Me parece una auténtica pena y una vergüenza. Que no se aclaren desde las instancias de mando sobre un beneficio para la ciudad me resulta cuanto menos reprochable. Se supone que fuimos la ciudad europea del deporte pero no sé qué hueso duro de roer es esta piscina, tan bien ubicada y que sería uno de los puntos neurálgicos de este mi barrio.

Lo que seguro ocurrirá será que después de un largo tiempo se cortará la cinta un mes antes de las elecciones y todos se pondrán en la foto para decir qué buen proyecto para la ciudad. A mi no me importa el quién, me importa el cómo y las ventajas que supondría para uno de los barrios más concurridos de Marbella poder disfrutar de un espacio para el ocio y el deporte. Considero que es necesario ‘mojarse’ de una vez por todas y que esta iniciativa salga a flote. Ya tiene el agua hasta el cuello, así que es mejor que nos pongamos manos a la obra definitivamente porque sino mi amiga se queda con otro verano tumbada al sol y tostándose en la arena.