En el salón de plenos del Ayuntamiento de Marbella se han vivido acontecimientos bochornosos, en esto creo que todos estamos de acuerdo, aunque no solo durante la época del gilismo, que estuvo llena. La actual también ha dejado momentos para la historia más oscura con un último capítulo, hasta ahora, que tuvo lugar este pasado viernes.
Vetar el homenaje a
Pasionaria León Díaz, superviviente de la "La Desbandá" que proponía el PSOE es una de las decisiones más ruines que ha tomado la alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz, y mira que tiene un largo historial.
Salvo mantener un puñado de
votos de franquistas, poco más le puede reportar. Más aún cuando en Marbella se han realizado homenajes a personas cuyo único mérito era ser palmeros.
Y no, no es cuestión de que hubiera dos bandos ni de igualarlos, como quieren hacer creer algunos, Pasionaria era
una niña de 8 años que huyó con su familia para salvar la vida de las hordas fascistas, dirigidas en Andalucía por el criminal Queipo del Llano.
La decisión tomada en el pleno es democrática, por supuesto, pero criticable, obviamente, y resultó muy triste ver a los concejales del PP alzar la mano para cumplir las órdenes de su jefa y ejecutar
una venganza contra las filas del PSOE.
Porque eso es lo que fue, tomarse revancha de las
críticas de los socialistas a los vínculos de la regidora con el narcotráfico y el blanqueo o, incluso, a las últimas hacia su edil predilecto por la caída de un árbol sobre una vecina en Santa Marta, que terminó falleciendo.
Más allá del argumento del desquite, no encuentro otro para justificar lo que hizo el PP el viernes. Si no querían dar su apoyo, tenían la
opción de la abstención, que habría facilitado el homenaje, pero Muñoz decidió vetarlo.
Su venganza personal la pagó
una mujer de 96 años, residente en San Pedro Alcántara, y en general las personas que vivieron en el municipio las atrocidades de "La Desbandá".
Y fue, además, una revancha cobarde, en silencio, sin dar
ninguna explicación, marca de la casa de Ángeles Muñoz, experta en utilizar la táctica del avestruz como hace siempre que le vienen mal dadas.
"Se rechaza la propuesta, pasamos al siguiente punto del orden del día", fueron las
únicas palabras de la alcaldesa, tras la votación, despachando el asunto.
Un nuevo episodio de una regidora a la que ya parecía que no le cabía más en la mochila de la
desvergüenza durante sus 16 años como alcaldesa.
Una trayectoria llena de mentiras, falsas promesas, venta de humo, vínculos familiares con el
narcotráfico y el blanqueo de capitales, dudas aún no resueltas a día de hoy sobre su millonario patrimonio, aunque muchos tenemos claro de dónde lo ha sacado. Pese a ello, la votan, sí.
Y no he hablado hasta ahora nada de Vox porque van de frente, no se esconden, pero tan
herederos del franquismo como ellos son los del PP, que se camuflan e intentan dar una apariencia de respeto a la democracia.
Pero, al final la cabra tira al monte y acaban vetando un homenaje a los supervivientes de una de las muchas masacres de las tropas fascistas contra la población civil durante la guerra.
Hay algunos titulares que reflejan que
PP y Vox han impedido el reconocimiento a Pasionaria León en Marbella. No, el voto de los dos concejales de Vox no tiene trascendencia alguna.
No desviemos el tiro, simbólico, por supuesto, no como los que ellos pegaban, el r
esponsable único es el PP, con su mayoría absoluta, y la decisión de su lideresa, Ángeles Muñoz, que pudo haber optado por la abstención y el homenaje se habría hecho.
Por más que intenten disimular y engañar, son el partido fundado por franquistas y lo llevan en los genes. El viernes, una vez más, quedaron retratados, retratada en la venganza.