La campaña más sucia de Ángeles Muñoz

Que al PP le gustaba llegar ‘dopado’ a las elecciones es algo que sabemos por la trama Gürtel, ya con sentencia firme en los tribunales. Y en Marbella está ocurriendo algo similar, aunque aquello, evidentemente, era con fondos de una red corrupta. Aquí no es una cuestión de dinero, sino de utilizar la institución, el Ayuntamiento de Marbella, para el beneficio de un partido político.  

Ángeles Muñoz está haciendo una campaña sucia, con poca ética y en desigualdad de condiciones para el resto de rivales.

Está abusando de su condición de alcaldesa y organizando, desde el Ayuntamiento, todo tipo de actos para su lucimiento personal en campaña electoral.

No los plantea desde el partido, como debería ser, lo hace utilizando los medios que le da una institución que es de todos, aunque parezca su cortijo.

Ejemplos tenemos para aburrir, porque los actos son continuos. Homenajes y reconocimientos de todo tipo, merecidos, no lo dudo, pero no en época de elecciones, porque cantan mucho.

No duda en utilizar a clubes deportivos, el último, este fin de semana, el Marbella Paraíso, con el que ha ido a hacerse una foto más para su álbum de campaña aprovechando el ascenso a Infantil autonómica.

Hasta ha organizado un encuentro con las mujeres de trono de Santa Marta, solo para hacerse otra foto. Y ya no digamos de los homenajes a Antonio Vázquez Olmedo, el penúltimo, o el anterior a Juan Antonio Rodríguez “Chino”, que fue aprobado en enero de 2018 y por lo visto no hubo tiempo para hacerlo hasta más de un año después, en la campaña electoral.

Incluso, hace unos días, ha sido capaz de adelantar varios meses la presentación del Congreso de la Abogacía Malagueña, que tendrá lugar en octubre, para presentarlo también en campaña y hacerse otra foto.

Causa sorpresa como una institución de la seriedad del Colegio de Abogados de Málaga acepta participar en este tipo de comportamientos.

Al final, esta forma de hacer política, con absoluto desprecio a la Ley Electoral y cualquier tipo de ética, está dejando en evidencia a Ángeles Muñoz y es una muestra clara de su nerviosismo electoral. Es un valor a la baja, igual que el PP, por más que trate otra vez de esconder el logo.

En resumen, los actos de partidos son mínimos, sobre todo si se comparan con su actividad institucional que, por cierto, durante sus 21 meses de gobierno ha sido muy poca, ya que la mayor parte de la semana la pasaba en Madrid, salvo cuando estuvo en Nueva York, claro.

Ahora, está desatada desde un mes antes de las elecciones municipales, no para, como si los ciudadanos fueran, o fuésemos, tontos. En breve, volverá a ser senadora y a desaparecer de Marbella, como alcaldesa o desde la oposición.