El tablero político municipal

No solo en Andalucía. VOX ha dado también una patada en el tablero del ajedrez político en Marbella y ha descolocado las piezas con consecuencias imprevisibles.  

Ahora mismo, ni el más osado de los analistas políticos puede, a buen seguro, vaticinar, o al menos acercarse, a lo que ocurrirá en el municipio en mayo de 2019.

La irrupción de Ciudadanos (Cs) ya era un primer factor desestabilizante sobre las previsiones, ya que, aunque no se presentó en los comicios de 2015, ha sido un partido muy votado en autonómicas y generales en el municipio y parece evidente que obtendrá varios concejales.

Aún no tienen candidato, una incógnita que deben despejar cuanto antes, no mucho más allá del retorno de las fiestas navideñas porque, aunque la marca naranja tiene un fuerte tirón, en unas locales es necesario poner cara al candidato/a.

También estará la incógnita de qué ocurrirá con OSP tras sus vaivenes y, por si fuera poco, ahora parece VOX, que habrá que ver cómo se desenvuelve en el municipalismo.

En las últimas elecciones locales, la formación ultraderechista no presentó candidatura en Marbella, pero ahora las circunstancias son distintas, aunque el objetivo parece tenerlo puesto de forma clara en el Congreso de los Diputados.

De esta forma, podríamos llegar a tener una corporación municipal con hasta siete partidos, si es que IU y Podemos desisten de confluencias y deciden ir por separado.

Que la fragmentación en el edificio de la Plaza de Los Naranjos se va a producir es algo más que evidente. Ya más complicado es augurar en qué medida se repartirán los votos.

Ahí aparece, quizá, con ventaja, el PSOE, que, ante el reparto de fuerzas en la derecha y ultraderecha, podría convertirse en la fuerza más votada y a partir de ahí aglutinar apoyos para volver a gobernar.

También puede influir, aunque quedan ya poco más de cinco meses, lo que ocurra en la Junta de Andalucía. Una opción podría ser que Ángeles Muñoz fuera llamada a ocupar algún cargo en la administración autonómica, algo que no parece muy probable, entre otros asuntos por sus problemas con la justicia, que ahí siguen, ahora larvados, pero no muertos.

Así las cosas, tenemos por delante, sobre todo tras las navidades, cuatro meses apasionantes para despejar el futuro político de Marbella, en un momento especialmente importante, porque se tiene que plantear un nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). El anterior lo hizo Ángeles Muñoz, por más que repita que la autoría fue de la Junta, y ya sabemos que fue anulado por el Tribunal Supremo. Lo suyo sería no repetir errores del pasado, hay mucho en juego.