Cómo ha cambiado el cuento, aunque el PP es experto en escribir distintas versiones, según le convenga. Aquello de que gobierne la lista más votada, e incluso que el PSOE favoreciera con su abstención la continuidad de Rajoy, queda ya en el olvido.
Los “pactos de perdedores” ahora son buenos cuando, cuando los hace el PP, y seguro que a Ángeles Muñoz le encantan ya los tripartitos. ¿A que sí?
Y, por supuesto, Pedro Sánchez no puede gobernar España con 84 disputados, pero Juanma Moreno sí puede mandar en Andalucía con 26. Por cierto, el peor resultado histórico de este partido desde los años 80.
Evidentemente cualquier pacto es democrático, no solo cuando le apetece al PP, el partido, por cierto, de la Gürtel, que se presenta en Andalucía como el regenerador. Si es que son unos cachondos.
Pero, al margen de estas consideraciones generales, quiero detenerme, como es lógico, en el análisis de los datos locales, que abren un nuevo escenario político también en el municipio.
El PSOE ha ganado las elecciones en Marbella y lo hace después de 14 años, superando al PP, ese que dice que la Junta no invierte en Marbella. Curioso, sin duda.
Pero, es un hecho, el voto de izquierdas se ha resentido y ha habido castigo. Entre PSOE y Adelante Andalucía suman algo más de 15.500, mientras el bloque (PP+Cs+VOX), que se puede considerar antagónico, alcanza más de 24.000.
Del batacazo del PP, que pierde más de 5.000 votos respecto a las anteriores autonómicas, se nutren, parece evidente, los otros dos partidos.
Pero no solo de ahí, también de la izquierda, de la que les ha votado y de la que se ha quedado en casa. La participación en Marbella ha sido del 50%, apenas 44.000 personas.
Y, sin duda, parece evidente también una fuga de votos a Cs y, quizá aún más, a VOX. Y es que la difusión constante de noticias falsas en Facebook, la mayor parte con historias sobre malvados inmigrantes, puede calar, y parece que lo ha hecho, en un electorado obrero, que hasta ahora se sentía más cercano a la izquierda.
También, evidentemente, hay que contar con el factor catalán, que genera un importante rechazo en Andalucía, tierra de emigrantes hacia esa otra parte de España.
Con estos resultados, aunque en las elecciones municipales el voto es, evidentemente distinto, cabría pensar en un Ayuntamiento de Marbella con hasta cinco partidos políticos, que serían seis si IU y Podemos fueran por separado, y siete si también repitiera OSP.
Y en la Junta de Andalucía, al PSOE solo le queda salvar la situación de una manera: entregar el gobierno a Ciudadanos. Por agradecer el apoyo de esta última legislatura, por evitar que VOX tenga capacidad de decisión y por impedir que las “derechas” se unan en un frente común que se pueda repetir en otros escenarios.
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