Apagones interminables

Nuevo apagón en Marbella, y van ni se sabe ya cuántos. Y lo que es peor, los que todavía estén por venir, porque no parece que se le vaya a poner solución a este asunto.

Farolas apagadas, calles a oscuras, semáforos que no funcionaban o bares y restaurantes sin luz, fue el panorama que pudieron ver muchos visitantes este sábado, en pleno puente de Todos los Santos. Una imagen tercermundista e impropia de una capital con la importancia turística de Marbella.

Pero, claro, todo no fue para los que venían de fuera, también los vecinos, los ciudadanos del municipio, los que vivimos aquí, tuvimos nuestros problemas. Viviendas sin luz, ascensores con gente atrapada o garajes con puerta mecánica a los que no se podía acceder.

En definitiva, una situación que se alargó durante horas en zonas del centro de Marbella, fruto de la enésima avería de la red eléctrica del municipio.

Antes, cuando se producían estos apagones, la culpa era del alcalde, de José Bernal. Ahora, en cambio, parece que ya nadie se queja al Ayuntamiento y, si hay que protestar, pues ahora mejor a Endesa. Cómo cambia el cuento en cuanto gobierna el PP, pero el problema sigue estando ahí, que no se ha solucionado, ni mucho menos.



Por eso, me ha llamado la atención un mensaje en Twitter de “Telepizza Marbella”, un negocio situado en la calle Notario Luis Oliver, una de las que se quedó a oscuras durante horas.

Decía lo siguiente: “esperemos que el Ayuntamiento de Marbella exija responsabilidades y ayude a los negocios a recuperar lo perdido de un sábado por la noche durante la hora fuerte de ventas. Además, no es el primero y lo peor es, no mejoran las infraestructuras eléctricas”.

Se puede decir más alto, pero no más claro. Este tuit recoge perfectamente lo que está ocurriendo con los apagones en el centro de Marbella y, la desesperación que va surgiendo, ya que no se da una solución.

Marbella es una ciudad atrasada en muchos servicios que aquí no han tenido el desarrollo que en otras poblaciones similares. Buena culpa de ello lo tiene el Gilismo, pero de eso ahora ya de poco sirve lamentarse.

Es momento de ir recuperando el tiempo perdido, de mejorar el saneamiento, las redes eléctricas o las telefónicas. Porque en la céntrica calle Málaga, por ejemplo, ninguna de las grandes empresas puede ofrecer aún a sus clientes fibra óptica, que a otras zonas similares ha llegado hace muy poco.

Hay que espabilar y, sobre todo, tener gobernantes con más luces.