Ángeles en la Marbella las Maravillas

El guión de la campaña electoral que ha realizado el Partido Popular parece escrito por Lewis Carroll y bien podría titularse “Ángeles en la Marbella de las maravillas”.  

Es un ‘deja vu’ de anteriores elecciones, nada nuevo, pero sorprende ya la insistencia y la poca inteligencia que le presuponen al ciudadano.

Muñoz, por ejemplo, se ha saltado el techo de gasto y deja un plan de ajuste que, después de las elecciones, veremos qué consecuencias reales tiene. De momento, lo ha tapado hábilmente, como buena trilera de la política que es. ¿Dónde están los recortes? Por aquí, por allí, de momento no hay quien los encuentre, pero ahí están y aparecerán tras el 26 de mayo.

Igual que después de las municipales conoceremos los presupuestos de la Junta. Es curioso que no los hayan presentado antes para venderlos en campaña. No da, por tanto, buena espina.

Ahí podremos hacer la prueba del algodón y, por ejemplo, ver cuánto dinero hay para la ampliación del Hospital Costa del Sol. Me da que nos vamos a llevar una sorpresa, negativa, por supuesto, porque hacen falta 40 millones de euros.

De momento, Muñoz se quiere apuntar el tanto del aparcamiento gratuito. Al final, sus dos grandes logros resulta que van a ser poner los autobuses gratis tras pagar el Ayuntamiento 3 millones de euros a la empresa, y que no se cobre en el Hospital, tras abonar 12 millones de euros de todos los andaluces a la concesionaria.

Así también invito yo a cañas los domingos, con el dinero de otros todo es muy fácil.

Pero la alcaldesa no tiene ninguna medalla que ponerse con el párking del Hospital. Al contrario, ella y solo ella es la culpable de que las obras no estén terminadas. Ha hecho un gran daño a la ciudadanía y encima ahora se quiere presentar como la salvadora.

Señora Muñoz, aquí lo importante no era el aparcamiento, sino que se mejoraran las instalaciones. Una vez que se hubieran concluido, ya habríamos montado el pollo por el subterráneo, pero antes acabar las obras.

Pero usted no quiso que se hicieran, denegó la licencia en 2010 y las paralizó. La empresa se puso a pleitear en los tribunales, y nuestra alcaldesa más, total, le iba la marcha contra la Junta socialista.

Y hemos estado ocho años en los juzgados para, al final, conseguir recuperar la concesión. Que sí, que nos alegramos de que no haya que pagar por aparcar allí, pero la gran alegría será cuando haya unas mejores instalaciones.

Y eso está por ver cuándo será. Ahora se pagará con fondos públicos, no con una empresa privada, y tampoco se ve que vaya a sobrar el dinero en la Junta. Si no, ya lo habrían vendido en la campaña. Así que menos celebrar la victoria en pequeñas batallas y vamos a ganar la guerra, que llevamos desde 2008 esperando.