He pensado bastante si merecía la pena gastar líneas del artículo de esta semana en un personaje de la calaña política de Rafael Piña, pero reconozco que, al final, he vuelto a caer en la tentación. Además, sería difícil analizar lo que ha ocurrido durante los últimos días sin hacer referencia a su nefasta gestión, camino del batacazo en las urnas.
Se ha convertido en el ‘rey del derroche’, en dura competencia con Javier García. Y es que el teniente de alcalde de San Pedro no para de despilfarrar el dinero que todos los vecinos de este municipio pagamos con nuestros impuestos.
Por un lado, lo tira de manera constante con externalizaciones y contrataciones de empresas privadas. Era lo que él quería y uno de los grandes atractivos que le ofreció el PP para firmar la moción de censura. Cubrir su ineptitud política recurriendo a privatizaciones de servicios públicos que no sabe gestionar. Irresistible.
La última conocida, la de vigilantes para los jardines, por 1,4 millones de euros. Total, el dinero no es suyo, qué más le da.
Y, por otro, el derroche continúa cuando nos enteramos de que va a perder la subvención de 600.000 euros que había concedido la Diputación para un mercado gastronómico ‘Sabor a Málaga’.
Más tropelías no se pueden hacer, pero encima se crece, no acepta la crítica y arremete contra sus ahora rivales políticos, antes sus socios en un gobierno al que calificó con un “notable”. El viernes acabó desquiciado en el pleno.
Y es que a Piña no le gusta que lo critiquen. Él siempre ha mantenido que su modelo ideal de gobierno, tras las elecciones de 2015, habría sido uno en el que estuvieran todos los partidos políticos. Es decir, un “yo me lo guiso, yo me lo como” entre todos, sin la siempre necesaria en democracia labor de fiscalización que realiza la oposición.
Quería gobernar, con comodidad, sin que nadie le metiera el dedo en el ojo, pero esto no funciona así, afortunadamente.
Y, ya para colmo, hemos conocido que, desde el área de Juventud, de Gema Midón, se contrataron dos eventos en San Pedro Alcántara de forma ilegal. Lo dice el interventor municipal en un informe demoledor, que debería acabar en un juzgado.
Y dejo para el final el recuerdo de la catetada del vídeo promocional que se lanzó a lo grande en Madrid con el lema en inglés “Enyoy San Pedro the 365 days” en lugar de, como habría sido correcto, “Enjoy San Pedro 365 days a year”.
Poco se puede pedir donde no hay, aunque lo mismo piensan que han dado el pelotazo y han innovado al hacer que Fitur ‘enyoy’ el espanglish de OSP.
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