Después de tres días de alerta naranja por fuerte oleaje en la costa malagueña, a la que se han añadido avisos de color amarillo por viento de levante, el panorama que queda en las playas de Marbella es demoledor.
El mar ya frena este domingo su embestida, pero han sido tres jornadas duras, jueves, viernes y sábado, que han causado muchos daños y se han llevado los aportes de arena que se hicieron para la Semana Santa, por lo que habrá que empezar de cero para el verano.
Algunos puntos, como la playa de La Fontanilla en Marbella, están incluso más dañados que tras las lluvias torrenciales del pasado 5 de diciembre.
El panorama es dantesco en esta zona, con la arena desaparecida y las olas que han llegado hasta la zona de los chiringuitos, arrasando todo a su paso.
Una situación muy similar se ha producido en la playa de La Venus, que también presenta zonas descarnadas y escalones. En San Pedro Alcántara, los daños son igualmente importantes y algo menores en Las Chapas.
Poco trabajo para los socorristas este sábado, con el baño prohibido por el oleaje. (Foto: J.C.A.)
Todo ello, en pleno debate sobre la necesidad de construir espigones sumergidos para estabilizar el litoral y que no haya estos constantes movimientos de arena.
Es un proyecto que debe acometer el Gobierno de Rajoy a través de la Demarcación de Costas, pero que no termina de concretarse. Es más, en los Presupuestos del Estado para este año no hay partidas consignadas.
Por ello, el Ayuntamiento de Marbella ha propuesto hacerse cargo de las obras y que luego se le devuelva el dinero con la fórmula que elija el Ejecutivo central.
Habrá que esperar qué puede surgir de la reunión que tendrá lugar este jueves día 27 de abril en la Dirección General de Costas, a la que acudirán los portavoces de todos los grupos municipales y en la que plantearán al Ministerio la iniciativa.
Con el panorama que ha quedado en las playas tras este último temporal, no deberían costar mucho que se pusieran de acuerda para arreglar este problema que, por otra parte no es solo de Marbella, sino que también ocurre, por ejemplo, en la Axarquía o en la capital malagueña.
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