La presencia mediática de Muñoz está teniendo un perfil muy bajo. Apenas se prodiga en ruedas de prensa, aunque esta mañana ha llamado la atención la recepción que ha protagonizado en el Ayuntamiento.
Habría sido una más con representantes del cuerpo diplomático, salvo que en esta oportunidad ha recibido a la embajadora de Luxemburgo, un país que va unido a la historia negra de la alcaldesa desde hace seis años.
Fue el
20 de marzo de 2014 cuando un abogado, en una multitudinaria rueda de prensa, destapó las operaciones de Muñoz en este país, considerado un
paraíso fiscal.
En concreto fue a través de la sociedad
Crasel Panorámica SL, de la que era propietaria al cincuenta por ciento la regidora, que recibió en 2010 un crédito de
3,1 millones de euros de la entidad financiera Nordea Bank S.A.
Ese dinero se quedó invertido en el propio banco al contratar un seguro de vida asociado a una cartera de inversiones. Como aval se hipotecó la lujosa mansión de Muñoz, valorada en 4,7 millones de euros, según publicó en su día "eldiario.es".
Según el abogado que hizo la denuncia pública, esta operación tenía el objetivo de
pagar menos impuestos en España, especialmente evitar el de sucesiones.
“No la acusamos de defraudar al fisco, algo que no se haría hasta que hubiese un fallecimiento y la evasión de impuestos en grado de tentativa no es un delito”, dijo entonces el letrado.
Escándalo
Estas informaciones levantaron una gran polvareda política ya que la dudosa operación financiera no parecía lo más adecuado en un cargo público.
Los tres partidos entonces en la oposición, PSOE, OSP e IU, forzaron la convocatoria de un
pleno extraordinario para que la regidora diera explicaciones, algo que no hizo, ya que se escondió detrás de Félix Romero y del entonces concejal de Turismo, José Luis Hernández.
Tras aquel escándalo, y el de las lindes con su mansión de por medio, el líder de OSP, Rafael Piña, la definió como "Ángeles de Luxemburgo y Benahavís".
Aquel fue uno más de los asuntos que erosionaron a Muñoz y la llevaron a perder la mayoría absoluta en las elecciones de 2015, aunque fue el propio Piña el que, olvidando todas las polémicas, la devolvió a la alcaldía en 2017.
Ahora, esta mañana, la regidora ha recibido a la embajadora de Luxemburgo, una visita con cierto morbo por todo este historial.