Se trata, según se explica en la nota, de una modalidad de estafa telefónica en la que se busca generar una situación de bloqueo y angustia en el interlocutor, haciéndole creer que un familiar cercano ha sido secuestrado y que será torturado si no paga de forma inmediata el rescate exigido.
En esta modalidad delictiva los falsos secuestradores pretenden, desde el primer momento, intimidar a la victima para conseguir que ingrese el dinero antes de que finalice la llamada telefónica y pueda comprobar la información.
Cómo actúan
Su 'modus operandi' consiste en efectuar llamadas indiscriminadas, preferiblemente a teléfonos fijos, de potenciales víctimas y en el momento en que estas descuelgan les comunican que un familiar está secuestrado.
Los investigadores apuntan a que cuando una llamada les produce resultados positivos, los delincuentes continúan telefoneando a los números sucesivos. Esto explica que varias víctimas se concentren en los mismos barrios o localidades.
Especialistas en secuestros y extorsiones de la Policía Nacional insisten: si recibe una de estas llamadas desde un número privado o desconocido desconfíe, mantenga la calma y trate de localizar al familiar supuestamente secuestrado e inmediatamente contacte con la Policía Nacional a través del 091 o en cualquier comisaría.
En Marbella ya se han dado casos anteriormente. En concreto, el
3 de febrero del año pasado, la Policía alertó sobre llamadas en el municipio. La misma situación se produjo en
marzo de 2015.