Isabel Pérez: "Queremos que el nuevo PGOU tenga una base legal fuerte"

No llevaban ni tres meses al frente del Ayuntamiento, cuando los miembros del nuevo equipo de gobierno tripartito, que habían llegado cargados de ilusión, se encontraban con un contratiempo de grandes dimensiones. 

El Tribunal Supremo anulaba el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y estremecía los cimientos del municipio. El Consitorio reaccionó y, de la mano de la Junta, que envió enseguida al consejero José Fiscal, se aportó tranquilidad. 

Había que empezar de cero con un nuevo plan. Mientras tanto, recuperaba vigencia el de 1986, que se decidió adaptar a la legislación andaluza actual (LOUA) como mejor opción para seguir funcionando.

Lo que se anunció como algo traumático, finalmente no lo ha sido tanto. Incluso durante este periodo, el grupo inversor de Hong Kong Platinum Estates ha anunciado una inversión de 300 millones en un resort de lujo en la zona este de Marbella. 

Analizamos con la concejala de Urbanismo, Isabel Pérez, cuál es el estado del urbanismo en el municipio. 

- ¿Cómo ha sido este año?
- Duro, algo así no es habitual y lo hemos llevado con mucho trabajo. Hay problemas que nos vamos encontrando a diario y hay que resolverlos. El PGOU de 2010 era complicado pero iba tirando, ahora todo cambia con el de 1986 y hay que aunar criterios, tener la delegación muy unida y todo eso está costando. Pero la gente está respondiendo bien, implicándose y sacando el trabajo. 

- Desde el PSOE ya planteaban revisar el PGOU de 2010. 
- Lo teníamos en mente. En las primeras reuniones cuando entramos en el gobierno vimos algunas áreas que eran inviables de desarrollar en cuanto a normalizaciones y la problemática del plan de 2010. Habíamos pensado hacer una revisión, al menos parcial, pero el Tribunal Supremo decidió que fuera total.

- ¿Hasta qué punto ha sufrido el urbanismo este año en Marbella?
- Es verdad que tenemos un nivel de licencias concedidas algo menor que en 2015, aunque ese fue un año muy bueno. La tendencia en toda Málaga ha sido más moderada. Para nosotros la anulación del PGOU ha sido un tsunami, pero este año ha sido normal, no son malos datos. 

- Tras la anulación, el PP tendió la mano. ¿Han percibido colaboración?
- Solo en palabras, siempre lo dicen, pero luego no se corresponde con hechos, ni en las ruedas de prensa ni en los plenos, en los que han votado en contra o se han abstenido en distintos temas. Esa yo creo que va a ser su tónica, decir que van a ayudar y luego hacer lo contrario. 

- Una de sus críticas es meter prisa. ¿Va todo muy lento?
- Sí, meten prisa para el nuevo PGOU, para las licencias, para todo. Y mirando atrás, nuestro grupo municipal no hizo tanta sangre desde la oposición como ellos ahora, y con una casuistica distinta como es la anulación del PGOU. Ahora estamos con el del 86 intentando garantizar el día a día, que es muy importante. El PP es consciente de la dificultad y en vez de colaborar la aprovecha para intentar desestabilizar. 

- En qué punto estamos ahora mismo del camino hacia el nuevo PGOU.
- Estamos realizando la adaptación del PGOU de 1986 a la LOUA. Está previsto que se lleve a pleno a final de año. Después tendrá un periodo de alegaciones hasta la aprobación definitiva. Además, estamos modificando las normas urbanísticas, a las que se han presentado un centenar de alegaciones.  

- Esa fue la solución transitoria, pero se dijo que parelamente se haría el nuevo plan.
- Efectivamente, y estamos con los pasos previos. Se ha realizado una foto aérea del municipio, necesaria para afrontar una nueva cartografía, ya que la anterior era de 2004 y Marbella ha cambiado bastante. Sin esa base no se puede hacer un plan. Estamos en fase de contratación, el pliego ha sido complicado. 

- ¿Cuáles serán los siguientes pasos?
- También se están elaborando un pliego para realizar un estudio jurídico de la sentencia del Tribunal Supremo, en el que va incluida la redacción de otro pliego para empezar a hacer el nuevo PGOU. Esperamos que salga a primeros de año y habrá seis meses para redactar ese segundo pliego, con el que en 2017 podremos licitar el nuevo plan con un equipo redactor.

- ¿Cuando cree que Marbella tendrá un nuevo plan?
- En este mandato no va a dar tiempo, pero sí podremos tener ciertos documentos aprobados. Hay trabajo que se está realizando, por ejemplo en la adaptación a la LOUA, que va a servir, pero la casuística de Marbella es complicada y es difícil hablar de tiempos. 

- ¿Qué va a pasar con las viviendas irregulares?
- Habrá que ver cómo se resuelve. Por eso, aunque tenemos nuestros asesores jurídicos, entendemos que debemos tener un equipo potente que estudie la sentencia del Supremo y nos diga qué podemos hacer con esas viviendas. Al tribunal se le pidió una aclaración del fallo pero no nos dijeron mucho más. Queremos tener una base legal fuerte que no marque la dirección y nos permita dar pasos sólidos para encarar el nuevo PGOU. 

- El PP sigue obsesionado con los compradores de buena fe.
- Sí, es un tema que utilizan desde hace mucho tiempo, pero el Supremo ha dicho que la figura de terceros de buena fe no se puede fundamentar jurídicamente. El Ayuntamiento puede tener buena intención pero hay que cumplir las leyes. El PP tuvo 5 años para trabajar por estar personas pero solo hizo el 7% de las normalizaciones, eso es lo que les ha ayudado.

- ¿Qué oportunidad puede brindar a Marbella un nuevo plan urbanístico? 
- El de 2010 surgió en unas circunstancias que no eran las más adecuadas y además no se tuvo en cuenta a los ciudadanos. Esto nos da la oportunidad de empezar a hacer un documento como la ciudad quiera, pensando en el futuro, con más participación. 

- ¿Cree que será posible desarrollar los terrenos del Guadaiza?
- Ahora mismo no porque en el plan del 86 no son urbanizables. En el de 2010 sí eran aptos. Forma parte del trabajo que hay que hacer en el nuevo plan y ver en qué sentido queremos que aparecen en el nuevo documento. 

- ¿Cómo está la Delegación de Urbanismo?
- Estamos realizando cambios con el único deseo de ir mejorando, de adaptarnos a las circunstancias, que no son las de antes. Unificar criterios ahora es muy importante. Se han hecho bloques sectoriales en la última reordenación, con coordinación entre áreas. 

- ¿Hay mucho retraso en la concesión de licencias?
- Ha habido, hay y no sé si seremos capaces de que no los haya. Es verdad que hay licencias de año y medio de espera, pero cuando gobernaba el PP, que yo trabajaba de autónoma, he tardado hasta dos años. Me da rabia tener que recordarlo tanto ahora. También tenemos otras de solo cuatro meses. Depende de las características de las licencias y de cómo se presenten. No son los tiempos deseados, pero la media puede estar en unos ocho meses. Antes no se concedían más rápido. 

- ¿Qué se puede hacer para agilizar, tener más personal?
- Disponer de más gente es bueno, pero estamos intentando que también mejore la forma del procedimiento, por eso el cambio en la estructura. Cómo se hacen los expedientes, que sean más ágiles, con una serie de plantillas, que lleguen los informes más rápido. Intentamos hacer cosas para mejorar y había mucho por hacer en ese sentido. Los retrasos venían ya de atrás. Lo normal estaba en torno a un año. Que el PP nos achaque que tardemos lo mismo que ellos en 2014 es irresponsable por el problema que hemos tenido con la anulación. 

- ¿Hay fuga de inversores? 
- No controlo los que quieren venir y se van. Hay muchas personas queriendo invertir en Marbella y hay muchas que lo hacen. ¿Comprarían más si tuvieramos el plan de 2010? Eso no se puede saber. Antes también había inversores que se iban con el PGOU de 2010. Hay inversiones muy importantes que están previstas, pero también tenemos claro que no vamos a empezar a crear focos de construccion por todos los sitios, sino a hacerlo de forma sostenible. 

- ¿Cómo ve el futuro urbanístico de Marbella?
- Con ilusión, no debemos perderla, es verdad que hay muchos problemas en el día a día pero con ganas de resolverlos.