“España: hacia un clima extremo. Riesgos de no frenar el cambio climático y la destrucción del Ártico” es el documento que ha hecho público Greenpeace sobre las graves consecuencia que podrían derivarse de las actuales políticas medioambientales.
Para visualizar este riesgo, la organización ha llevado a cabo unas simulaciones fotográficas de cuatro puntos icónicos de la geografía española: Marbella, Benidorm, Donosti y un viñedo del nordeste peninsular.
Respecto a Marbella, la imagen presenta el Puerto Deportivo inundado por el mar. Desde Greenpeace se preguntan qué ocurriría con este tipo de puertos "construidos en terrenos ganados al mar". "¿La prevista subida del mar nos hará testigos de su desaparición?", insisten.
La responsable del programa de costas de la ONG, Pilar Marcos, ha explicado que un centímetro de subida del mar equivale a un metro de playa y que, según cálculos basados en las estimaciones del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) de la ONU, se estima que si no se toman medidas, en el Mediterráneo a final de siglo el nivel del mar habrá subido en torno a medio metro, lo que significa una regresión del litoral de 500 metros adentro.
Greenpeace ha simulado en cuatro imágenes fotográficas cómo el aumento de las temperaturas, la subida del nivel del mar o las supertormentas afectarían a importantes sectores socioeconómicos, como el del vino o el turismo.
La galería de imágenes, elaborada por los fotógrafos Pedro Armestre y Mario Gómez, es una prospección de futuro “ficcionada” de cómo podrían verse afectados cuatro puntos icónicos (Marbella, Benidorm, Donosti y un viñedo del nordeste peninsular) si no se frena el cambio climático y el Ártico desaparece.
Además advierte de la aparición de nuevos escenarios de riesgo por la subida de las temperaturas y los cambios en la humedad como la aparición de enfermedades infecciosas debido a la ampliación de la zona geográfica donde habitan insectos como el mosquito tigre, que puede ser vector de enfermedades como el dengue o la fiebre amarilla.
Las nuevas condiciones meteorológicas también aumentan el riesgo de incendios por el aumento de la temperaturas máximas y la disminución de la precipitación, lo que intensifica los riesgos humanos por la exposición al fuego.
España es además uno de los países de Europa que se enfrenta a los costes más altos por la subida del nivel del mar, incrementándose el riesgo de vivir en la costa y la necesidad de reforzar las defensas costeras.
Estas simulaciones pretenden ser una alerta para que el Gobierno de Rajoy se posicione a favor de la protección del Ártico.
“El Ministerio de Exteriores y el de Medio Ambiente tienen mucho que decir sobre el Ártico y el cambio climático. España tiene estatus de observador en el Consejo Ártico, el foro político donde se reparte el pastel ártico”, ha declarado Mario Rodríguez, director de Greenpeace.