A las 20:30 horas se abrían las puertas de la iglesia del Santo Cristo para iniciar un año más la procesión. Cielos despejados, sin amenaza de lluvia, dando tranquilidad a los cofrades y al público, que ha podido disfrutar de una gran noche.
Sorteando como cada año la columna que sostiene el coro de la ermita, salía primero el Cristo Atado a la Columna, precedido por nazarenos con túnica verde y capirotes blancos y por las mantillas.
Antes de iniciar el recorrido, el trono se ha alzado tras los golpes de martillo de uno de los hermanos, Rubén Sánchez, que no ha podido cargarlo este año, pero que ha participado de esta manera, visiblemente emocionado.
Acompañado por la Agrupación Musical de La Pollinica, que ha entonado "La Saeta" para comenzar, el Cristo ha enfilado la calle Ancha. Abriendo el cortejo, la Sección de Tambores de la Banda de Música Virgen del Carmen de San Pedro Alcántara.
A continuación, ha salido la Virgen Blanca, con sus nazarenos con túnicas blancas y capirotes verdes y la compañía de la Banda Municipal de Música de Marbella.
Rubén Sánchez, dando los golpes de martillo para alzar el trono. (Foto: J.C.A.)
Ambos tronos han sido recibidos, en la primera parte de su trayecto descendente, por las espectaculares saetas que ha interpretado Rogelio Rivas, ganador del concurso de la Peña Flamenca Sierra Blanca, cuya potente voz ha inundado todo el Barrio Alto.
También lluvia de pétalos desde el mismo balcón al paso del Cristo y su Madre, la Virgen Blanca, en un inicio de la procesión con las últimas luces del día y las calles abarrotadas de público.
Tras llegar a Puente de Ronda, los tronos enfilaron por la estrecha calle Remedios, rozando los balcones y obligando al poco público que cabía a pegarse al máximo a las paredes.
El giro para tomar la calle Virgen de los Dolores y bajar su pendiente fue uno de los momentos en los que también los hermanos de trono tuvieron que demostrar su destreza.
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La Virgen Blanca, a su salida del templo para iniciar la procesión. (Foto: J.C.A.)
Recorrido descendente para realizar la Estación de Penitencia en la parroquia de La Encarnación. Después, paso por la plaza del Santo Sepulcro, donde la Hermandad del Nazareno ha hecho una ofrenda floral a la Virgen Blanca, a la que se han lanzado también pétalos por parte del Grupo Joven desde el balcón de la Casa Hermandad.
De ahí, el cortejo continuó hacia las calles Arte y Portada para enfilar uno de sus puntos más emblemáticos, la calle Lobatas, con el giro casi imposible hacia Altarazanas, probablemente el más difícil de toda la Semana Santa de Marbella, salvado con maestría una vez más por los hombres de trono.
La parte final del recorrido, bajando por Aduar hasta la calle Peral para coger de nuevo la calle Ancha hacia la plaza del Santo Cristo, donde ha tenido lugar el encuentro de ambos tronos, alzados a pulso, en uno de los momentos más emotivos de la noche.
En los últimos metros del Cristo de la Columna, camino del encierro en la ermita, aún se han podido escuchar las espectaculares saetas a pie de trono por parte de Carlos Brías y, acompañado por un guitarrista, de El Chato.
La Virgen Blanca ha recorrido la parte final mientras los asistentes cantaban la Salve y, antes de entrar el templo, se ha podido escuchar otra saeta de Carlos Brías. La procesión ha concluido tras cinco horas en la calle, a la 1:30 de la madrugada.
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