El informe fue aprobado el 26 de febrero de este año y consta de 104 folios. En su parte final se resuelven las alegaciones presentadas, que han sido 42, pero ninguna de ellas corresponde al Ayuntamiento de Marbella, pese a que el documento es especialmente crítico con su gestión.
Solo han presentado consideraciones al estudio de la Cámara de Cuentas los consistorios de Mijas, Chiclana y Alcalá de Guadaira. Los otros tres que han sido fiscalizados, Roquetas de Mar, El Ejido y Marbella no han alegado nada.
Esta semana, tras conocerse este análisis de la tesorería de estos municipios, tanto el coordinador de Hacienda, Carlos Rubio, como la propia alcaldesa, han asegurado que el Ayuntamiento iba a presentar alegaciones, aunque a la vista del documento fechado en febrero ya se podían haber planteado.
Sorprende que, pese a la dureza en muchas de las afirmaciones que hace la Cámara de Cuentas, habitualmente en la línea de las trabas puestas por el Ayuntamiento para tener acceso a los datos, no se haya alegado nada.
El informe tiene un apartado, en concreto el punto 4, dedicado a las limitaciones que se ha encontrado este órgano fiscalizador para hacer su trabajo, en el que dedica una parte importante al Ayuntamiento de Marbella con seis observaciones de un total de once, es decir, más de la mitad.
Limitaciones
Sostiene que no se ha aportado la documentación de las operaciones de compensación registradas en la cuenta contable de caja, ni sobre los pagos a justificar (PAJ) del ejercicio 2010, lo que "ha impedido valorar si estas operaciones se han ajustado a la normativa aplicable".
Continúa diciendo que el Ayuntamiento de Marbella no tenía registradas en 2010 cinco cuentas bancarias, si bien sus importes eran "inmateriales". En esta misma situación estaban ocho cuentas en 2011, con un saldo final de 2.663,80 euros.
La Cámara señala que desde el Consistorio argumentan que "no es posible identificarlas porque los procesos de fusión de las entidades bancarias han provocado el cambio de su numeración. En consecuencia, sí figurarían en contabilidad pero bajo unos números diferentes".
Estas aclaraciones no las da por válidas el órgano fiscalizador al añadir que "no se ha aportado documentación justificativa que soporte tal afirmación, por lo que no es posible opinar en tales extremos".
Tampoco queda acreditada la titularidad de cinco cuentas restringidas de PAJ que figuraban en el Estado de Tesorería de 2010, por lo que "no se ha podido comprobar la corrección de sus saldos".
El informe, en su apartado de limitaciones, continúa diciendo que el Ayuntamiento marbellí "no ha devuelto debidamente cumplimentadas las cartas de circularización bancaria que les fueron remitidas, sino que directamente ha procedido a su envío a las distintas entidades de crédito y, en consecuencia, no se ha podido reiterar la petición de información".
Por tanto, la Cámara de Cuentas considera que "las limitaciones de información sobre la titularidad de un número de cuentas bancarias que figuran en el Estado de Tesorería del Ayuntamiento de Marbella han impedido opinar sobre la situación de su tesorería".
Pese a todo ello, el órgano fiscalizador ofrece su
informe sobre el Consistorio, en el que relata toda una serie de deficiencias contables e, incluso, refleja incumplimientos de la ley.
Teatro municipal
El análisis de la Cámara de Cuentas se centra también en la fiscalización de los teatros municipales. En el caso del de Marbella, no ha sido posible valorar su gestión ya que la documentación se aportó "una vez concluido el trabajo de campo".
Explica que se solicitó la información el 11 de abril de 2013 y que se reiteró el 7 de junio de ese mismo año, pero se recibió, ya fuera de plazo, el 9 de julio.
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