Las obras comenzaron el 25 de noviembre del año pasado y se anunció que durarían un mes y medio. Por tanto, concluyen sin que se haya cumplido ese plazo, aunque la demora no ha sido excesiva.
Como ya ocurrió cuando se montaron los andamios que han permitido trabajar sobre el arco, también estos días, a la hora de retirarlos, ha sido necesario desviar el tráfico por los carriles laterales que dan acceso a las gasolineras, lo que ha generado algunos atascos.
Al contrario de lo que ocurrió en aquel momento, cuando sí se avisó a los conductores, en este caso no ha habido comunicación por parte del Ayuntamiento y los vehículos se han visto sorprendidos desde el miércoles.
Las obras que se han realizado han ido encaminadas a garantizar la seguridad tras los desprendimientos que se produjeron. Los primeros tuvieron lugar el 2 de octubre de 2013, y se repitieron de nuevo el 6 de febrero de 2014. Como consecuencia, el Ayuntamiento encargó
un estudio para realizar un diagnóstico y ver la solución más viable.
Surgió entonces la posibilidad de desmantelar el arco, como se hizo con el de San Pedro Alcántara, o rehabilitarlo. La primera medida fue situar unas redes protectoras, que se colocaron a
finales de febrero del año pasado.
En julio, el
concejal de Obras informó de que se había tomado la decisión de estabilizar el arco, como "solución a corto" plazo, arreglando su esqueleto y también las placas que lo recubren, trabajos que ahora han concluido.
Los últimos retoques al arco, este jueves. (Foto: J.C.A.)