El proyecto deportivo del Marbella FC para esta temporada vuelve a saltar por los aires por segunda vez, después de que
lo hiciera en diciembre con la marcha de Alessandro Gaucci, persona que confeccionó la plantilla en verano.
La dirección deportiva la asumió entonces el vicepresidente, Raffaele Pandalone, quien esta mañana ha anunciado que deja esa parcela junto con sus colaboradores, Marc Juliá y Roberto Álvarez.
Por tanto, desde ahora será el presidente, Alexander Grinberg, el que tome únicamente las decisiones deportivas en el club. Con vistas a la próxima temporada, se abre la puerta a que esta responsabilidad la pueda asumir Jorge Rodríguez de Cózar.
Pandalone seguirá, por el momento, como vicepresidente del club, del que es accionista, y durante la larga rueda de prensa que ha ofrecido esta mañana ha destacado las discrepancias con el máximo mandatario como motivo para tomar esta decisión.
El italiano era partidario de que el técnico, Miguel Álvarez, continuara al frente del equipo, mientras que Grinberg prefiere cambiar. Al final, la cuerda se rompe y Pandalone abandona la parcela deportiva y el entrenador el banquillo.
"Mi relación con Alexander (Grinberg) continúa siendo de amistad y respeto", ha dicho el italiano, quien ha insistido en que ahora el presidente "tiene el mando de la dirección deportiva y tomará las decisiones".
Decisión
Sobre los motivos de su marcha, los ha explicado así: "la decisión la he tomado yo, el equipo no va bien pero creo que lo ideal no es cambiar ahora al entrenador, mientras que el presidente piensa distinto y está en su derecho".
"Para mí el problema ahora no es el técnico, pero hemos llegado a este acuerdo, es una decisión conjunta con el presidente, sin problemas", ha añadido.
"He hecho cosas bien y mal, vosotros podéis juzgar", ha señalado, dirigiéndose a los periodistas. "Si hablamos de los resultados todos teníamos ilusión de meternos en el palyoff, está claro", ha añadido.
El italiano ha asumido su responsabilidad, pero también ha dicho que "no creo que sea el único responsable, aunque esto es fútbol, si estuviéramos segundos todo el mundo me diría que soy el mejor".
En la rueda de prensa se le ha preguntado por la decisión que tomó de destituir a Mehdi Nafti. "No creo que nos precipitásemos, el equipo iba hacia abajo, no me arrepiento, pensábamos que podíamos cambiar, pero ha salido mal, ahí están los resultados".
Sobre Álvarez, ha dicho que su intención era que siguiera. "No es el único responsable de esta situación, tiene su culpa, pero todos la tenemos, aunque el presidente me ha dicho que quiere dar un cambio para mejorar la situación", ha señalado.
Plantilla
Ha explicado también que no se siente defraudado con los jugadores porque "esto es fútbol, no llegan los resultados y alguno tiene que pagar y voy a ser yo, no se puede cambiar toda la plantilla, aunque viendo algún partido lo habríamos hecho, pero no se puede".
Como balance de su paso por la dirección deportiva ha señalado como postivo "haber fichado a jugadores jóvenes" y como negativo no haber dado con la tecla para traer a un delantero que anotara más goles.
Sobre la próxima temporada no ha querido hablar. "Mi relación con Alexander (Grinberg) es muy buena pero ahora debíamos solucionar la parcela deportiva, y como accionista no tengo ningún problema y él lo sabe", ha dicho.
"Yo estoy aquí porque me gusta trabajar en la parcela deportiva, pero eso no significa que me vaya a marchar", ha añadido respecto al futuro, aunque ha dejado dudas. En todo caso, para irse, debería vender su paquete de acciones que es del 33%.
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