Obviamente no todos los males del equipo tienen que ver con los árbitros, pero este aspecto sí es el único que no se puede trabajar en los entrenamientos y depende de factores externos que se escapan al control del club.
Más allá de decisiones técnicas, que a lo largo de una temporada benefician y perjudican, el prinicipal motivo de descontento está en la gran cantidad de faltas y de tarjetas que van minando el juego del Marbella FC cada jornada.
El equipo es intenso a la hora de defender, circunstancia que ya conocen los rivales y aprovechan para, al más mínimo contacto, tirarse al suelo gritando como si la entrada mereciera cartulina roja.
Este recurso lo utilizó el Mérida hace dos jornadas y también el Lorca este pasado domingo y los árbitros picaron y entraron en esa dinámica contra los blanquillos.
El último ejemplo ha sido muy claro. El madrileño López Puerta puso bajísimo el listón de la tarjetas y en nueve minutos los jugadores blanquillos ya habían visto dos, aunque es cierto que la de Tiri fue totalmente justa.
En los primeros 32 minutos de juego, eran ya cuatro las cartulinas amarillas, lo que motivó la protesta de Nafti, que fue expulsado. El equipo acabó con nueve jugadores sobre el campo por las dobles amonestaciones a Tiri y a Delmonte, bajas que dejan la defensa en cuadro para Melilla.
Faltas en contra
A todo esto, innumerables faltas en contra, como ocurrió en el partido en Mérida, que ponen en riesgo al equipo por los problemas que, además, está teniendo en las últimas jornadas para defender las jugadas de estrategia.
Pitar constantes 'faltitas' parece no tener mayor trascendencia, pero realmente desestabilizan el juego del equipo y hacen que los jugadores se pongan nerviosos y pierdan la concentración.
Además, hay que recordar que el Marbella FC es el conjunto que más tarjetas ha visto en el grupo IV, cuando su propuesta es la de jugar al fútbol, con hasta dos laterales en defensa que son auténticos extremos.
Persecución
Y a todo ello hay que añadir la persecución contra el entrenador, Mehdi Nafti. Es habitual que todos los técnicos cuando están expulsados den instrucciones desde la grada, por más que no lo permita la reglamentación.
Pero al franco-tunecino no le pasan una y ya han reflejado este detalle por dos veces en las actas. La primera le costó cuatro partidos de sanción, para sumar ocho en total, y tras el choque en Lorca se espera una sanción similar o quizá mayor.
Su ausencia en el banquillo ya desestabilizó al equipo en la primera vuelta y habrá que ver qué ocurre ahora, cuando se entra en la fase decisiva de la competición.
En el Marbella FC la indignación es máxima, aunque nadie va a hacer declaraciones en este sentido por temor a represalias mayores dado el corporativismo en el colectivo arbitral.
Nafti ya se mordió la lengua en la última rueda de prensa, aunque advirtió que a la vista de los acontecimientos su objetivo es que el equipo no caiga de los puestos de fase de ascenso más que alcanzar la primera plaza.
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