Este domingo había que mirar al palco, donde faltaba el presidente del club, Alexander Grinberg, que se encuentra en prisión provisional. Era la primera vez que el equipo jugaba en casa tras la operación policial.
El hueco en el palco lo ha cubierto su padre, Ruslan Grinberg, que llegó el pasado miércoles desde Rusia y que se ha sentado junto al consejero delegado de la entidad, Teo Bravo.
También ha estado la esposa del máximo mandatario del club, que además tuvo la oportunidad de visitarlo el pasado viernes en la prisión de Alhaurín de la Torre.
Todo el mundo está deseando que la entidad vaya ganando normalidad, aunque por el momento es difícil, ya que las cuentas bancarias siguen intervenidas judicialmente.
Los abogados trabajan para que se pueda tener acceso a ellas, y también para que Alexander Grinberg recupere la libertad, intentando convencer al juez de su arraigo en Marbella, donde lleva desde 2008.
Acompañando al club en estos momentos complicados ha estado el exalcalde, José Bernal, y al que fuera concejala de Deportes hasta hace un mes, Blanca Fernández, además del también concejal socialista Francisco García.
Igualmente ha acudido al choque el edil de Obras y Parques y Jardines, Javier García, miembro del actual equipo de gobierno del Ayuntamiento.
La pancarta deplegada en la zona de preferencia de apoyo a Alexander Gringerb. (Foto: J.C.A.)
En la grada se ha desplegado una pancarta que ponía "Fuerza Alexander" y se ha pedido la puesta en libertad del presidente del club.
Al final, la victoria sobre el Cartagena ha dejado un gran sabor de boca y el Marbella FC ha transmitido una imagen de normalidad a la espera de acontecimientos.
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