¿Crisis, qué crisis?

19/01/2017
¿Qué fue antes, el huevo o la gallina? ¿Cuál la causa y cuál la consecuencia? ¿Es la crisis económica la que causa la falta de valores, o a la inversa, es la ausencia de principios la que determina primero la errónea distribución de los recursos, y luego la carencia permanente.  

En mi opinión, la crisis económica es inversamente proporcional a la pobreza espiritual. El refranero popular así lo dice: “No es más rico el que más tiene sino el que menos necesita”; “Quien compra lo superfluo termina vendiendo lo necesario”; Miguel Delibes en su obra “El disputado voto del Sr. Cayo” llegaba a la conclusión de que el hombre moderno es sofisticado pero menesteroso, incapaz de valerse por sí mismo y sometido a las servidumbres materiales que él mismo se impone.

Sin embargo, es la escena de la película “Apocalypto” en la que el sabio de la aldea cuenta en torno a la hoguera la fábula del hombre permanentemente insatisfecho, con la que me siento más identificado a la hora de sustentar este pensamiento, por la serenidad y resignación con la que acepta el desenlace que su experiencia le ha transimitido en los siguientes términos:

“Y el hombre se sentó sólo, anegado en profunda tristeza.
Pero los animales se acercaron a él y dijeron:
No nos gusta verte tan triste, pídenos lo que quieras y te lo concederemos.
El hombre dijo: Quiero tener buena vista.
El búho respondió: tendrás mi visión.
El hombre dijo: Quiero ser fuerte.
El jaguar añadió: Serás fuerte como yo.”
El hombre dijo: Deseo conocer los secretos de la tierra.
La serpiente replicó: Yo te los mostraré.
Y así se fue con los animales.
Y cuando tuvo todos los dones que le concedieron se marchó.
El búho dijo a los demás animales: ahora el hombre sabe mucho y puede hacer muchas cosas, de pronto siento miedo.
El ciervo dijo: el hombre tiene todo lo que necesita. Con ello desaparecerá su tristeza.
Pero el búho replicó: No. He visto un agujero en el hombre, profundo como el hambre, que no se puede saciar. Eso es lo que le entristece y provoca que siempre quiera más. Seguirá cogiendo y cogiendo, hasta que un día el mundo diga: Ya no soy nada, nada tengo que dar”.
 
Preocupante ¿verdad?, tanto como cierto e inevitable mientras que nos importe más “qué tengo” en lugar de “qué soy”, “qué es lo próximo que voy a consumir” en lugar de “qué puedo aportar”. Resulta paradójico que se organicen foros internacionales para adoptar medidas que encaminadas a combatir el hambre en el mundo y los asistentes disfruten de banquetes en los que sobra la comida.

En este estado de cosas, no servirán de nada las políticas de rescate, ni todo el dinero que sea posible poner en circulación, porque el agujero de nuestra insatisfacción sólo se puede cerrar con educación, valores y principios, que nos recuerde que no es más rico el que más tiene sino el que menos necesita. ¿Crisis qué crisis?
Roma Abogados
HC Marbella International Hospital
Quirónsalud Marbella
Contar el cáncer
Dental Mahfoud
Hidralia 2
Blogs
El tiempo en Marbella
EL TIEMPO HOY
El Esplendor
JVL
Marbella24horas.es 2024 ©